LONDRES Y TEHERAN, 25 (ANSA)- Irán terminó ajusticiando esta
madrugada a la joven Reyhaneh Jabbari, de 26 años, acusada de
asesinar a un hombre, aunque ella siempre dijo que lo mató
porque intentó violarla, lo que causó amplia repercusión
internacional. La muerte de la condenada ocurrió en una prisión de Teherán,
donde estaba presa, y fue confirmada por su madre, en diálogo
con la televisora británica BBC. Varias organizaciones internacionales de derechos humanos y
el relator especial de la ONU para Irán denunciaron la falta de
garantías durante el juicio y pidieron que se suspendiera el
ajusticiamiento.
Pero la familia del muerto se negó a perdonarla y fue un hijo
de éste quien, haciendo uso de la prerrogativa que concede la
ley islámica, activó la rampa que llevó al mecanismo de
ahorcamiento. Jabbari, una joven decoradora de interiores, fue detenida en
julio de 2007 por el asesinato de Morteza Abdolali Sarbandi,
cirujano y antiguo empleado del ministerio responsable de los
servicios secretos iraníes.
No está claro qué sucedió para que Jabbari, que entonces
tenía 19 años, clavara un cuchillo a Sarbandi.
Ella siempre argumentó que había actuado en defensa propia
cuando el hombre intentó violarla. El relator especial para los derechos humanos en Irán, Ahmed
Shaheed, ya denunció en abril que la joven no había tenido un
juicio justo y pidió a las autoridades que suspendieran su
ejecución, inicialmente prevista para el 15 de ese mes.
Desde entonces, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y
otros grupos se han movilizado para intentar evitar la muerte de
Jabbari.
(ANSA).
CB/GAN
25/10/2014 16:25
|