MONTEVIDEO Y SAN PABLO, 25 (ANSA)- Brasil y Uruguay vivían
vísperas de elecciones: los brasileños para elegir en balotaje a
su presidente para los próximos cuatro años; los uruguayos,
también para mandatario, pero en la certeza de que ellos también
tendrán segunda vuelta. En Uruguay, todos los partidos movilizaron sus bases a pocas
horas de la primera vuelta de los comicios que según los sondeos
desembocarán en un balotaje. La segunda vuelta, prevista para el 30 de noviembre, puede
librarse entre los candidatos presidenciales Tabaré Vázquez (74
años, del gobernante Frente Amplio), y Luis Lacalle Pou (41, del
Partido Nacional). Además de la contienda presidencial, el otro tema fundamental
de las elecciones se juega en el Parlamento, visto que el Frente
Amplio (FA) -la coalición de partidos de izquierda en el poder-
podría perder la mayoría con la que cuenta en ese asamblea. En Brasil, casi 143 millones de ciudadanos, sobre una
población total de 202 millones, votarán en el balotaje en que
se medirán la actual mandataria, Dilma Rousseff, y el
conservador Aecio Neves.
Brasil ha sido el primer país que, en 1996, introdujo el
sistema del voto electrónico.
En las diez elecciones precedentes nunca hubo denuncias de
fraude.
Todos los partidos tienen derecho a tener observadores en las
mesas electorales.
En las 1.300 mesas electorales más apartadas, desde el
Amazonia al Mato Grosso, el voto será transmitido vía satélite.
Brasil es el quinto país más populoso del mundo, el quinto
más extenso y la séptima economía mundial.
Los números de la votación están a la medida del coloso
continental: 142,8 millones de electores, entre ellos 354 mil en
el exterior, 425 mil mesas electorales y más de 530 mil urnas
electrónicas.
FD-RIG/GAN
25/10/2014 19:38
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