Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 31 (ANSA)- Una misteriosa pancarta colocada
fuera de un liceo en el estado sureño de Guerrero, en México,
señaló hoy que los 43 estudiantes desparecidos hace más de un
mes "están vivos". Hasta el momento las autoridades no comentaron el contenido
de este mensaje, que contradice la postura pesimista del
ministro de Gobernación, Miguel Osorio, quien dijo ayer que "lo
deseable" es que los estudiantes "estén vivos" pero pidió a
familiares "prepararse" para cualquier desenlace. El funcionario corrigió hoy sus declaraciones y señaló que
mientras no haya elementos que digan lo contrario, "estamos
pensamos que los podemos encontrar con vida". "A diario hay cientos de personal, de gente e instituciones
de seguridad, en la búsqueda para encontrar a los 43 jóvenes
desaparecidos", agregó a la emisora Radio Fórmula. El aviso anónimo -una forma habitual de comunicación de los
grupos de delincuentes- está firmado por un hombre
autodenominado "El Cabo Gil", señalado por el gobierno como
lugarteniente del jefe de la banda Guerreros Unidos, Sidronio
Casarrubias.
Apareció en la escuela preparatoria 24 de Febrero en el
barrio San José, en la ruta que une a las ciudades de Iguala y
Taxco. El presunto criminal señala que está dispuesto a entregarse a
las autoridades hasta que el gobierno federal detenga al 80% de
la estructura principal de esta banda y afirma que ésta la
integran alcaldes de la zona norte de Guerrero y el sur del
vecino estado de Morelos. El mensaje escrito con letras negras está dirigido al
presidente Enrique Peña, a quien se indica que "de nada sirve"
la detención de Casarrubias porque la mayoría de los
"operadores" del grupo Guerreros Unidos siguen libres. Por lo tanto, "El Cabo Gil" pide que se actúe en contra de
los intendentes y jefes de policía de los municipios de Taxco,
Huitzuco, Tepecoacuilco, Apaxtla, Teloloapan y Cocula. Los jóvenes desaparecieron luego de ser atacados a balazos
por policías municipales cuando se dirigían en caravana a bordo
de tres autobuses a la ciudad de Iguala el pasado 26 de
septiembre para realizar "labor de boteo", como se le llama a la
recolección de donativos para su lucha. Las autoridades acusan al alcalde de Iguala, José Luis
Abarca, que ha sido vinculado con Guerreros Unidos y se fugó
después de dimitir, de ordenar esa emboscada, donde murieron dos
estudiantes y otras tres personas. Un estudiante más apareció
al día siguiente muerto en la zona donde ocurrió la agresión. El miércoles, el presidente Ernique Peña sostuvo una
maratónica reunión con los padres de estudiantes de la Escuela
Normal Rural de Ayotzinapa, conocidos por su beligerancia y por
cuyas aulas pasaron los famosos guerrilleros Lucio Cabañas y
Genaro Vázquez que lideraron brotes rebeldes en los años 60 y
70. Aunque los familiares recibieron información detallada sobre
las investigaciones se mostraron decepcionados por la falta de
avances para localizarlos. Ayer, funcionarios mexicanos acudieron a las audiencias sobre
México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
en Washington, donde se les solicitaron más avances en la
localización de los estudiantes desaparecidos. Lía Limón, subsecretaria de Derechos Humanos de la
Secretaría de Gobernación, dijo que "el Estado no descansará
hasta aclarar los hechos" y aceptó la asesoría internacional
sobre este caso.
Mientras tanto, las protestas por este acontecimiento no
cesan y hoy integrantes del Movimiento Popular Guerrerense
marcharon de la Base Naval en dirección a la plaza central del
centro veraniego de Acapulco, costas del Pacífico, para exigir
la localización de los normalistas de Ayotzinapa. Miles de de estudiantes, maestros, sindicatos y ciudadanos
participaron en este desfile por la costanera Miguel Alemán, la
principal avenida del famoso puerto turístico.
MRM-ADG/MRZ
31/10/2014 21:15
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