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 HECHOS DEL DIA
"Nos miramos demasiado al espejo"

Marco Giallini, Rosabell Laurenti Seller, Raoul Bova y Edoardo Leo       Por María Zacco
      BUENOS AIRES, 20 (ANSA) - El individualismo, la adolescencia eterna y la postergación de la paternidad son abordados con humor en la comedia italiana "Buongiorno papá", de Edoardo Leo, estrenada recientemente en Buenos Aires.
      La película llega a la Argentina con el apoyo de la Asociazione Nazionale Industrie Cinematografiche Audioviseve Multimediali (ANICA), que promociona la distribución directa de filmes italianos en el país sudamericano.
    El actor Edoardo Leo es el coprotagonista y director de "Buongiorno papá", donde la figura central es Andrea (Raoul Bova), un soltero codiciado, buenmozo, que ronda los cuarenta años y está centrado en su trabajo y la diversión, sin compromisos a largo plazo. Una mañana su universo de gigoló sufre un sismo cuando una adolescente, Layla, toca el timbre de su casa y le anuncia que es su hija.
    Sobre este imprevisto Leo construye una historia que se propone reflexionar sobre la imposibilidad para asumir responsabilidades, un mal de estos tiempos.
      "El problema es que no miramos más hacia fuera y nos miramos demasiado al espejo", dijo el director del film, en entrevista con ANSA.
      Leo considera que "el problema es que nos uniformamos demasiado: Recorro todo el mundo con mis películas y en cada ciudad veo los mismos negocios, colores, las mismas cadenas de supermercados. Nos falta el espacio para nuestra originalidad".
    Según el actor, esta actitud despreocupada acerca del futuro, que obliga incluso a retrasar el plan de formar una familia, está directamente relacionada con la crisis económica global.
    "La crisis económica mundial nos lleva a proteger nuestro pequeño jardín de comodidad y pequeñas seguridades. Eso hace que nos resulte difícil abrirnos a un otro y preferimos replegarnos y sentirnos seguros", sostuvo.
      Eso es lo que intenta, sin demasiado éxito, Andrea: tanto Layla, como su abuelo materno Enzo, un ex rockero bastante inmaduro, le anuncian que no tienen donde vivir y se instalan en su moderna casa, compartida momentáneamente con su amigo Paolo (interpretado por Leo), dejando su vida patas para arriba.
    Un padre joven que no esperaba serlo, una adolescente que le exige rendir cuentas, un suegro extravagante que provoca una gran revolución, incluso en la familia de Andrea, son los condimentos de esta comedia amena que culmina sin grandes sorpresas y con mensajes claros.
    Lo interesante es que este estreno -al que le seguirán otros durante 2015- representa la llegada de nuevos realizadores al circuito comercial argentino.
    "Creo que mi película contiene todos los temas que le pueden interesar a un público 'latino'. Es un film en el que se ríe mucho pero también tiene momentos de emoción", afirmó Leo.
    "Buongiorno papá" fue un éxito de taquilla en Italia lo que permite presumir que el cine italiano, devaluado incluso en su país, está retornando a "las grandes ligas".
    Según el realizador, esta tendencia se aprecia en la cantidad de premios que reciben los filmes italianos en festivales "como Cannes, Venecia y Berlín" pero no en políticas públicas.
    "La crisis económica no está ayudando a nuestro cine. Además, no tenemos reglas sólidas y leyes que apoyen a nuestro cine. En los últimos diez años, hemos tenido excelencia pero no un verdadero sistema dedicado a construir un proyecto industrial alrededor del cine", opinó.
      La situación parece estar iniciando un cambio gracias a las nuevas iniciativas de ANICA, que incluyen asumir la distribución directa en Argentina, sin intermediarios locales, que no están en condiciones de asumir el costo.
    También los productores están comenzando a cambiar su perspectiva y aceptan apoyar películas sobre temas más actuales en lugar de repetir viejas -pero siempre efectivas- fórmulas.
    El imprevisto, la pérdida, las familias fragmentadas y el pasado que regresa son temas que se repiten en el imaginario de Edoardo Leo, ya presentes en su largo anterior, "Dieciocho años más tarde".
      "No sé bien el motivo por el cual en mis filmes se vuelven recurrentes estas cuestiones. Una de las explicaciones que encuentro e que tuve la fortuna de vivir en una familia unida, un núcleo sólido y protector. Tal vez escribo sobre familias destruidas para exorcisar el temor de la destrucción de la mía", admitió.
    Leo sostuvo que escribir historias le da la posibilidad de "decir a través de los filmes aquello que pienso de la sociedad en que vivo".
    De hecho, su próximo proyecto, "Noi e la Giulia", es un film sobre un tema que quería tratar hace rato: la camorra (la mafia napolitana). Con esa película, que Leo considera "perfecta para el público argentino" espera pisar por primera vez el país sudamericano, algo que le gustaría "muchísimo".
    Hace varios años, cuando daba sus primeros pasos como actor, su padre lo objetó y le advirtió que no haría más que "perder el tiempo" con esa profesión. Hoy, al mirar atrás, el actor y director considera que aquella resistencia de su padre fue un gran incentivo para él.
      "Si mi labor como actor ayudó a cambiar algo en la sociedad no lo sé. Ciertamente contribuyó a cambiarme a mí. Aquel 'no' de mi padre -concluyó- me llevó a desempeñarme en esta carrera con aún más convicción. Fue realmente útil. Y, en cualquier caso, mi padrea hoy ha cambiado de idea".
MRZ/MRZ

20/12/2014 21:30


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