Por Manuela Tulli
CIUDAD DEL VATICANO, 6 (ANSA)- El papa Francisco dijo hoy
basta con la "rigidez" y abogó por el camino de la misericordia,
dirigiéndose a los ministros de la Iglesia, en la homilía
pronunciada en la misa en Santa Marta. Las palabras del pontífice se conocen en momentos en que los
obispos debaten en el Sínodo, en Roma, temas de la familia, la
comunión a los fieles divorciados y vueltos a casar, entre otras
cuestiones.
Tranquilizó a los Padres Sinodales más temerosos de
'revoluciones' sobre la enseñanza de la Iglesia y ratificó que
"la doctrina católica sobre el matrimonio no fue tocada, no fue
puesta en cuestión por el Sínodo precedente". Quien informó sobre la homilía de Jorge Mario Bergolgio fue
el director de la sala de prensa del Vaticano, el padre Federico
Lombardi, durante el informe a los periodistas. Hoy es el segundo día del Sínodo, con el inicio de las
labores de los Círculos Menores, los grupos restringidos que
darán su aporte a la redacción del informe final. A hoy son 72 los Padres Sinodales que tomaron la palabra. La
mayor parte de las intervenciones provinieron de Europa, pero
también fueron numerosas las de los obispos de América Latina. En general, hablaron purpurados de todos los continentes
sobre temas como crisis en el matrimonio, violencia contra la
mujer, necesidad de apoyo a la Iglesia en el camino de los
cónyuges. También el Papa habló nuevamente, tras el saludo
introductorio del lunes, para abrir el espectro de la discusión,
que parece también que este año 'sacrificado' por los nudos más
problemáticos. "No debemos dejarnos condicionar y reducir nuestro horizonte
de trabajo sinodal como si el único problema fuera el de la
comunión a los divorciados vueltos a casar; se necesita tener en
cuenta la amplitud de las cuestiones", advirtió el Papa. Pero en cualquier caso, en este como en otras cuestiones
delicadas -también se habló de los homosexuales invocando "no
piedad sino respeto", como dijo alguno de los Padres que
intervinieron- Francisco invita a actuar con misericordia. "Donde está el Señor hay misericordia. Y San Ambrogio
agregaba: 'Y donde hay rigidez están sus ministros'. La
inflexibilidad que desafía la misión, que desafía la
misericordia", afirmó el Papa en la misa de Santa Marta. En la apertura de las labores del Sínodo hizo un llamado a la
castidad, tal vez no casual luego de la salida del closet de
Krysztof Charamsa, el oficial del ex Santo Oficio que voló a
Barcelona con su pareja. En la breve homilía durante la oración inicial, el cardenal
George Alencherry, arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los
Sirio-Malabares, hablando de los celibatos de los sacerdotes,
destacó que es "una signo".
TU/MRZ
06/10/2015 20:24
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