(ANSA) - BEIRUT, 12 FEB - Tras el anuncio de Rusia y Estados
Unidos del acuerdo alcanzado para un alto el fuego en Siria, el
presidente sirio, Bashar al-Assad, prometió hoy "reconquistar"
el país y "seguir la lucha", declaraciones que revelan la
fragilidad de la tregua en una guerra civil que cumplirá en
marzo próximo cinco años.
Casi medio millón de sirios murieron en estos cinco años de
violencia en Siria, cerca del doble del documentado hace un año
y medio por Naciones Unidas, informó un reporte actualizado del
Syrian Center for Policy Research (SCPR), con base en Beirut.
"Reconquistaremos todo Siria, seguiremos en lucha", fue el
mensaje dado hoy por Al Assad, en respuesta a la propuesta de
Estados Unidos y Rusia de establecer un alto el fuego dentro de
una semana en el país.
Para reconquistar el país, destacó no obstante Assad, "se
necesitará mucho tiempo". El mandatario sirio no descartó la opción diplomática, pero
insistió que la guerra sigue: "Si negociamos, eso no significa
detener la lucha contra el terrorismo".
Las declaraciones de Assad se cruzaron con las del gobierno
de Arabia Saudita, que afirmó que el objetivo de Riad es remover
al mandatario sirio.
Estado Islámico no puede ser derrotado sin la remoción del
presidente de Siria, dijo hoy el ministro de Relaciones
Exteriores de Arabia Saudita, Adel Jubeir. En los últimos días, Riad anunció planes para enviar tropas
terrestres a Siria para combatir al Estado Islámico", mientras
el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, dijo hoy
que tanto Arabia Saudita como Emiratos Árabes Unidos enviarán
"fuerzas especiales" al norte de Damasco. Lo cierto es que los dichos de hoy del ministro saudita
revelan aún más las dificultades para lograr una tregua en
Siria, pues muestran cómo persiste la diferencia de fondo entre
los distintos actores involucrados en el conflicto sobre el
futuro de Assad, por quien Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita
e Irán se debaten sobre su rol en la solución del conflicto. En ese contexto, el portavoz del alto comité de la oposición
siria, Salim Al-Muslat, se mostró escéptico sobre el pacto para
un cese el fuego alcanzado en Munich el jueves por el Grupo
Internacional de Apoyo a Siria. En principio, declaró, es algo positivo, "pero queremos
hechos no palabras. Promesas hemos tenido bastante". Al-Muslat lo dijo al margen de los trabajos de la conferencia
de seguridad celebrada en Munich. Según el acuerdo, las hostilidades deberán cesar antes de
siete días, mientras el acceso de las ayudas humanitarias deberá
ser garantizado a partir de este fin de semana. "Los grupos terroristas fueron claramente excluidos del cese
el fuego. Continuaremos entonces combatiendo a los terroristas
al lado del gobierno sirio", aseveró el canciller ruso, Serghei
Lavrov, en diálogo con periodistas en Munich. "Esperamos -añadió- que finalmente los estadounidenses
cooperen con nosotros desde el punto de vista militar y que esto
nos acerque al objetivo prefijado por el presidente (Vladimir
Putin): la creación de un verdadero frente común en la lucha
contra el terrorismo". Mientras tanto, el Syrian Center for Policy Research (Scpr)
difundió en las últimas horas un reporte sobre los efectos
económicos y sociales de la guerra. Al menos 470.000 personas, entre civiles y militares,
murieron hasta diciembre pasado. En 2014, la ONU dejó de contabilizar las víctimas en Siria
por la dificultad de lograr documentar los datos en el terreno.
Desde entonces, la única fuente en la que la prensa se basaba
eran los reportes periódicos del Observatorio Nacional para los
Derechos Humanos, una organización siria vinculada con la
oposición. En el informe del "think tank" sirio se afirma además que la
expectativa de vida en Siria descendió 14 años, de los 70 en
2010 a los 56 en 2015.
MZU-ADG/MRZ
12/02/2016 22:26
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