ANSA.it Privacy Disclaimer Contacto Productos Ansa en el mundo Ansa en Amlat Sitemap Home Page



 
» América Latina
» Mundo
» Italia
» Deportes
» Espectáculos y Cultura
» Naturaleza
» Variedades

 
 



 ENTREVISTAS Y ESPECIALES
Diez comidas más difíciles al viajar

ROMA, 4 (ANSA) - Sólo un estómago a prueba de balas puede resistir los diez platos más "difíciles" del mundo, según la clasificación del portal Skyscanner, que analizó comidas típicas de algunas culturas que generan auténtico espanto en otras.
    1. Ojos de atún (Japón): en los negocios nipones a menudo se encuentran extraños paquetes que "observan" al cliente con grandes ojos de pescado. Y en muchos bares, donde se prepara también sushi, es posible probar los ojos de aún ya cocinados.
    Bajo un envoltorio "gomoso", se encuentra una sustancia mórbida y grasa, cuyo gusto recuerda al de los calamares y el pulpo.
    2. Huitlacoche (México): también llamado "trufa del maíz", es un hongo parásito de esa planta. Las esporas entran en la mazorca, crecen en el interior y la transforman en algo impresionante.
    Para muchos extranjeros cuesta creer que sea comestible, pero en México el huitlacoche es una comida muy costosa y muchos platos que lo contienen se consideran como auténticas delicias.
    3. Shiokara (Japón): la cocina japonesa y los frutos de mar son casi sinónimos. No conocido ni difundido como el sushi, el shiokara consiste en calamares marinados en sus vísceras y "olvidados" durante meses en un contenedor hermético.
    4. Arañas fritas (Camboya): en el sudeste asiático se fríe y se come todo lo que camina, nada o vuela. Se pueden hallar grillos, escarabajos, escorpiones y langostas: en Camboya, por una particularidad regional pero también por el hambre bajo la dictadura de los Jmer Rojos, se empezaron a freír arañas.
    Los comerciantes que venden tarántulas negras grandes como la palma de la mano, y fritas, se hallan fácilmente en la zona de la ciudad de Skuon, sobre la ruta que va de Siem Reap a Phnom Penh.
    5. Muktuk (Canadá, Groenlandia, Rusia): el plato tradicional de los inuit y esquimales es la piel (incluida la grasa subcutánea) de ballena, narval o beluga congelada.
    Generalmente se come sin cocción, pero a veces puede ser frita o empanada. Desde el punto de vista de la supervivencia en el clima rígido del norte, es una gran fuente de vitaminas C y D, aunque no se pueda hablar de sus beneficios para el paladar.
    6. Hákarl (Islandia): ideado por los vikingos, es una herencia del tiempo en que las aguas estaban pobladas de tiburones polares, cuya carne no era buena para comer por el alto contenido de ácidos úricos. Por ello los tiburones capturados eran fileteados y colgados bajo una colina de piedra durante un par de meses, durante los cuales perdían la orina y aquellos ácidos. Luego se dejaban entre dos y cuatro meses más al aire libre, tal como se sigue haciendo en la Islandia actual, que prefiere ignorar el intenso olor a podrido del plato. 7. Huevo centenario (China): los huevos se mezclan con una solución alcalina (generalmente cal, cenizas y sal) y se encierran en un contenedor hermético. No por cien años, como sugiere el nombre, sino de 15 días a cuatro meses.
    Luego sólo queda pelar los huevos y cortarlos: la clara se vuelve de consistencia gelatinosa, mientras la yema vira al color gris verdoso. El sabor, sin embargo, es neutro, aunque la yema tiene cierto dejo a amoníaco.
    8. Bizcochos con avispas (Japón): populares desde el siglo XIX. Consisten en galletas de harina de arroz con relleno de avispas salvajes, previamente cocidas.
    Respecto de los bizcochos normales, tienen un alto contenido de proteínas gracias a los insectos. 9. Beondegi (Corea del Sur): una entrada popular, que consiste en crisálidas de gusano de seda hervidas o en caldo. Los tienen los vendedores ambulantes y también los estantes de los negocios, así como los menús de los bares. Los beondegi se comen con salsas y especies, o se usan para cocinar otros platos. En cuanto al sabor, hay quienes hablan de madera, y otros los consideran más semejantes a la resina.
    10. Sopa de nidos de pájaros (Sudeste Asiático): el kilo cuesta hasta 2.000 dólares y se usan sólo nidos de golondrinas-salangana, que viven en la región. En la práctica, sus nidos están compuestos por la saliva seca de la aves y la famosa sopa recuerda como consistencia la baba o un budín muy denso. GDC/ACZ

04/11/2015 17:46

© Copyright ANSA. Todos los derechos reservados.

 
» Bolivia 
» Brasil 
» Chile 
» Cuba 
» Ecuador 
» México 
» Perú 
» Uruguay 


Privacy Disclaimer contacto productos Ansa en el mundo Ansa en Amlat sitemap home