Por Federico Pucci
ROMA, 29 (ANSA) - La coexistencia de cultura y naturaleza, de
tierra y espíritu, logra una auténtica simbiosis en los Sassi di
Matera, las célebres cavernas del sur de Italia que son orgullo
de un territorio premiado recientemente con la designación de
Capital Europea de la Cultura 2019. Si el proceso de los próximos cuatro años implicará sin duda
inversiones sobre el futuro de Matera y su contribución cultural
contemporánea, ninguna mirada sobre el lugar puede prescindir de
un salto al pasado milenario de los Sassi. Declarado sitio protegido por la Unesco en 1993, las
grutas de Matera se insertan en un sistema natural de barrancas
excavadas en la piedra calcárea por los vientos y el agua, que
formaron el actual Parque Natural de la Murgia Materana. La zona, habitada en forma continua desde el Paleolítico, es
un testimonio tangible de la capacidad del hombre de reinventar
un ecosistema. Hasta su despoblamiento en 1952 los Sassi albergaron
viviendas, pero también iglesias y monasterios, en un equilibrio
entre espiritualidad y naturaleza único en el mundo.
Tras el abandono de los Sassi, sin embargo, muchas grutas
quedaron degradadas: fue entonces que intervinieron empresarios
como Umberto Paolucci, quien propone en las Grotte della Civita
que turistas de todas partes del mundo se sumerjan en el pasado
pero bien parados en el presente. Su hotel, de 18 habitaciones, funciona en los espacios
de un antiguo monasterio benedictino, entre las celdas de los
monjes transformadas en suites, grutas de las cercanías
convertidas en habitaciones y una iglesia desconsagrada
del siglo XIII que funciona como restaurante. "El sentido de autenticidad que invade las Grotte della
Civita nace del rigor y respeto con que fueron llevadas a una
nueva vida", explica Paolucci.
Las habitaciones fueron decoradas con respeto por la forma
original, con camas y accesorios puestos sobre la piedra
desnuda, con vista al valle del torrente Gravina. "El verdadero lujo es la satisfacción de las necesidades más
intimas y verdaderas del ser", agregó Paolucci, afirmando que
"la verdad que se respira en estas grutas es un instrumento
poderosísima de enriquecimiento espiritual". El vínculo entre Matera y el alma forma parte del
imaginario italiano, con escritores como Carlo Levi y
realizadores como Pier Paolo Pasolini que en la literatura y
en el cine expresaron la mística fascinación del lugar. A pocos pasos del hotel, dos de las iglesias rupestres
más antiguas de Matera simboliza la armonía de naturaleza y
espíritu, pasado y presente: la Madonna de la Virtud y la Cripta
de San Nicolás de los Griegos, hoy convertidas en prestigiosas
salas para muestras de arte contemporáneo y estudios
cinematográficos.
GDC/MRZ
29/01/2015 19:57
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