Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 28 (ANSA)- El uso del glifosato en la aspersión aérea
contra cultivos ilícitos en Colombia tendrá las horas contadas
de prosperar la recomendación hecha por el Ministerio de Salud
del país, sobre los riesgos para el ser humano por el uso de esa
sustancia. La cartera de Salud se basó en los resultados de un estudio
elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del
Cáncer, que hace parte de la Organización Mundial de la Salud,
en la que clasificó al glifosato como un producto probablemente
cancerígeno. "Con ese estudio y la advertencia de la Corte Constitucional,
y con nuestra obligación de defender la salud pública, nosotros
no tenemos alternativa de pedir o recomendar la suspensión
inmediata de las fumigaciones o aspersiones aéreas con
glifosato", manifestó hoy el ministro de Salud, Alejandro
Gaviria. El funcionario explicó que el estudio en mención "resume" la
"totalidad de la evidencia" sobre el riego para la salud de esa
sustancia, al tiempo que destacó que fue elaborado por una
agencia internacional asociada a la Organización Mundial de la
Salud y que no es el resultado de un estudio aislado de un
investigador independiente. El pasado 20 de marzo la revista científica británica The
Lancet Oncology publicó los resultados de la reunión de expertos
de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer
(IARC), que clasificó cinco plaguicidas, entre ellos el
glifosato, al que ubicó en el grupo de alto riesgo para el
desarrollo de esa enfermedad. "Esa evidencia estaba ahí y la conocimos hace un mes,
teníamos de otro lado un auto de la Corte Constitucional que nos
decía que así no se tenga una evidencia definitiva, si hay
indicios de un probable daño sobre la salud pública se debe
aplicar el principio de precaución" frente al uso de esa
sustancia, argumentó Gaviria. Durante décadas el país ha usado el glifosato como agente
destructor de los arbustos de hoja de coca, mediante aspersión
aérea, lo que le permitió bajar el total de hectáreas ilícitas
cultivadas en los últimos años. De acuerdo con cifras oficiales, mientras en una jornada
diaria se pueden asperjar unas 100 hectáreas cultivadas, el
programa de erradicación manual apenas puede arrancar unas 7
hectáreas del arbusto de hoja de coca. El glifosato tomó mayor preponderancia en la lucha antidrogas
del país a finales de los años 90, cuando entró en vigencia el
denominado 'Plan Colombia', de lucha contra los cultivos
ilícitos y de paso contra los grupos armados ilegales, los
cuales se benefician de esos sembradíos. El 'Plan Colombia' era financiado en su totalidad por
Washington, que entre otras cosas impuso el uso de ese
herbicida, que produce la multinacional Monsanto, para destruir
las hectáreas cultivadas con hoja de coca. El gobierno de Alvaro Uribe (2002-2010) masificó el uso del
plaguicida a tal punto que llevó la aspersión aérea a la
frontera con Ecuador, lo que derivó en un problema diplomático
entre las dos naciones. Al final, Colombia suspendió la fumigación en la margen
limítrofe con Ecuador, país al que debió indemnizar en varios
millones de dólares por los daños que la aspersión causó en
cultivos de campesinos de ese país. Por ahora el gobierno de Juan Manuel Santos no se manifestó
frente al pedido hecho por el Ministerio de Salud. Entre tanto, el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó
que la recomendación hecha por esa cartera solo aplica para el
uso oficial del herbicida y no para los productos que utiliza el
sector agrícola y que se venden de manera libre en el país. Ruiz dijo que eventualmente lo que podría ocurrir con los
productos comerciales elaborados con base en glifosato es que se
vean obligados poner en sus etiquetas una advertencia sobre los
riesgos para la salud de esta sustancia.
YK7/ACZ
28/04/2015 18:07
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