KATMANDÚ, 28 (ANSA)- Cuatro días después del terremoto que ha
devastado Nepal, el primer ministro Sushil Koirala reunió hoy en
Katmandú a los partidos nepaleses para pedirles que trabajen
"unidos" ante una situación de "emergencia dramática", y admitió
que las tareas auxilio a las víctimas "no han sido eficaces".
Koirala, quien estaba en Indonesia cuando se produjo el
terremoto 7.9 grados richter del sábado pasado en Nepal, pudo
regresar al país recién el domingo, y se dio cuenta de que, ante
la magnitud del desastre, no ha habido precisamente eficiencia
sino caos.
El primer ministro nepalí reconoció también que "el gobierno
recibió centenares, miles de pedidos de auxilio de las
localidades más remotas", pero "la administración logró hacer
más bien poco en muchas áreas por falta de maquinarias y de
personal entrenado para este tipo de desastres". "Somos un país con pocos medios, pero con la ayuda de la
comunidad internacional lograremos resurgir", dijo a ANSA
Koirala en un breve encuentro al término de un discurso a la
nación.
En línea similar, el ministro del Interior, Ban Dev Gautam,
les dijo a los periodistas el país no estaba preparado "para una
tragedia de esas dimensiones y además no tenemos los recursos
necesarios para hacerle frente".
Por eso, hará falta "más tiempo para llegar a aquellos que
necesitan ayuda", añadió.
Fue Emilio Bucci, un albañil italiano de 38 años que trabaja
en una empresa italiana que construye en Nepal un acueducto
quien sintetizó hoy en Facebook la situación:
"Dense prisa -escribió- aquí es un desastre: la gente muere
bajo los escombros y sobrevivientes viven en una situación
infernal".
Tras el terrible terremoto, la situación ha ido poco a poco
mejorando con la llegada de equipos y de ayudas internacionales. Eso, sin embargo, tuvo la particularidad de que los
socorristas indios, chinos, franceses y estadounidenses
privilegiaron en un principio sobre todo lugares donde se
encontraban turistas extranjeros, en las ciudades de patrimonio
cultural, y las zonas de "trekking" en el Himalaya o cerca de
Everest. La población "vio volar en el cielo helicópteros que
transferían personas heridas y cadáveres", dijo un miembro de
una ONG nepalesa de primera línea.
"Las aeronaves subían y bajaban pero no se detenían en las
pobres localidades arrasadas por avalanchas de tierra y de
fango".
Según los medios nepaleses, muchas zonas cercanas al
epicentro, en el distrito de Gorkha, están aún privadas de
ayuda.
Precisamente por la ausencia de coordinación y de personal
capacitado para emergencias incluso las intervenciones más
fáciles de distribución de agua, alimentos y tiendas de campaña
en Katmandú se volvieron muy difíciles, y la gente se queja de
haber sido abandonada a su suerte.
SAL-ADG/MRZ
28/04/2015 21:09
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