PARIS, 6 (ANSA)- El presidente francés, Francois Hollande,
repudió hoy los episodios de violencia protagonizados el lunes
por personal de Air France y afirmó que constituyen "hechos de
violencia inaceptable". "Aquello contra Air France-KLM es de una violencia
inaceptable" que corre el riesgo de dañar "la imagen y el
atractivo" de Francia, afirmó el mandatario sobre el ataque a
dos gerentes de la empresa, en protesta contra el plan de
recortes que implica 2.900 despidos. Las fotos de los dos gerentes de la empresa, con la camisa
hecha jirones, mientras trataban de escapar de los trabajadores
enojados han dado la vuelta al mundo.
Los principales periódicos internacionales como el Financial
Times, El País o The New York Times han publicado esas fotos en
primera plana y el gobierno francés no oculta sus temores sobre
las posibles repercusiones negativas para su sistema político y
económico. "Esas imágenes son malas", tronó el primer ministro Manuel
Valls apenas regresó de una gira por Japón y se trasladó hasta
el cuartel general de Air France para expresar su respaldo a los
gerentes Xavier Broseta e Pierre Lissonnier, los dos ejecutivos
que corren semidesnudos en los fotos mientras huyen de los
trabajadores que estallan descontrolados por los despidos.
El primer ministro invocó "sanciones pesadas" para aquellos
que se comportan como "delincuentes" y son culpables de "actos
inaceptables e inadmisibles". En las redes también apareció el video de una trabajadora
mientras lanza diatribas contra sus colegas violentos. En paralelo con las sanciones disciplinarias internas, el
tribunal de Bobigny, ha abierto una investigación por "delito
fragrante". Un procedimiento que podría conducir a la breve a una condena
penal para los responsables de los incidentes, cuyo despido se
da por descontado. Entre los numerosos cargos de la acusación que promueve Air
France-Klm contra los trabajadores imputados figuran los de
"violencia agravada" y "daños materiales". Para Valls, se trata de episodios incluidos en el Código
Penal" aunque pidió no confundir "sindicatos y sindicalismo con
este suceso", debió precisar el ministro socialista. Todo lo contrario del ex presidente Nicolas Sarkozy, jefe de
la oposición neo-gaullista, que no hizo diferencias entre los
sindicalistas y los trabajadores exaltados por los despidos y
cargó contra todos por igual. "Chienlit!", atacó el ex inquilino del Eliseo, desempolvando
una vieja expresión usada por el general De Gaulle para atacar a
los responsables de los desórdenes de mayo de 1968. "Nunca y menos ahora me prendí los cuerpos intermedios", fue
la rara respuesta de Hollande al ex rival presidencial. La crisis de Air France fue también una oportunidad para que
reapareciera bajo los reflectores Jean-Luc Mélenchon, el tribuno
del Frente de Izquierda. "Doy gracias a los trabajadores de Air France que han hecho
el modo que en este país se vuelva finalmente a hablar de
cuestiones sociales", elogió Mélenchon. "Hay una violencia que no vemos, que es diez veces peor(que
las agresiones) que es la violencia de la gente condenada a una
muerte social porque no tiene más un trabajo", tronó el hombre
de la izquierda, atacando "a los patrones que cancelan la vida
de los otros con el trazo de una pluma". Mientras tanto, el entorno del Primer Ministro, confirmó que
Xavier Broseta, el jefe de Recursos Humanos que quedó con el
torso desnudo, será reemplazado por Gilles Gateau, subjefe
actual del Gabinete Valls y su fiel consejero en políticas
sociales. Fuentes gubernamentales señalaron que la rotación se esperaba
durante algún tiempo y no es una consecuencia de los
acontecimientos del lunes.
Air France-KLM ha anunciado que a causa de los mayores costos
operativos reducirá el 10% su actividad a largo plazo,
prescindirá del 2 por ciento de su capacidad, clausurará cinco
rutas y cancelará 35 vuelos semanales, pero sobre todo que
deberá despedir a 2.900 empleados, de los cuales 300 son
pilotos, 900 personal navegante y 1.700 personal de tierra. El número uno del grupo, Alexandre de Juniac, reiteró que está
"disponible en todo momento para reanudar las negociaciones". "Nuestra puerta sigue abierta", dijo hoy.
Mientras, el presidente del Sindicato Nacional de
Pilotos(SNPL), ha pedido al Estado, que posee el 17% del grupo,
a comprometerse directamente para resolver el conflicto.
El Estado "asume y asumirá sus responsabilidades, pero la
solución Air France es, ante todo por la propia empresa",
respondió Valls, pidiendo a los pilotos "a dar prueba de
responsabilidad y lucidez".
RED-ADG/MRZ
07/10/2015 00:18
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